TO SIR WITH LOVE III ( UN HOMENAJE A ELOY JAUREGUI )

Por el culpable de haber decidido entregar mi alma y cuerpo a este impredecible y vano oficio -plagiando a thays- desde el día o la noche en que complete esta historia en el bar tobera, donde probablemente estuve inmerso como una mosca o como la suela invisible de su zapato, porque recuerdo todo con una precisión deliciosa y aun puedo percibir el ron barato y el humo de los cigarrillos negros de nose que noche, -porque todas eran una apología redentora a la costilla original que nos descontaron de hachazo cuando todavía eramos estatuas vivientes de barro- cuando Hector mezclaba un periódico de ayer con un cambalache bullicioso de la bohemia de color noche y las chavetas que bailan salsa del surquillo chico en el que yo apure a escribir un presagio desquiciado que hablaba de la historia de una tarde del mañana; De pisco sours como tiros de gracia y agua bendita para el a sus marcas listos ya de un nuevo jodido prosapia de la palabra. De un ignoto esclavo de la poesía; De un para siempre mozalbete solitario; De un voluntario de la nostalgia. El melodrama de un cangrejo que involuciona para verlo todo mas bello y mágico, casi como un sortilegio. Los bares de madera embadurnados de lágrimas de la nueva ola, las matinales en blanco y negro. Para ver la degradación solemne de la ruta hacia el cadalso. Para recalar en la noche matizada de recuerdo como la esencia que sale de una rockola mundana convertida en un bolero desgarrador. Un tributo para, el hoy genio de la palabra jugada, timbero solemne de las frases celebres. Para el hoy y el mañana que no son otra cosa que el mañana y el hoy. Para Eloy Jauregui.